Zubiri, Whitehead y la primacía del ser en la tradición occidental

Xavier Zubiri y A. N. Whitehead han creado dos metafísicas en que no tiene primacía o prioridad el ser, sino la realidad (Zubiri) y el llegar a ser (Whitehead). Ambos consideran que la primacía del ser ha dominado el pensamiento filosófico y científico occidental desde Grecia, e interpretan que lo ha hecho de manera dual, imprimiéndose en las formas de conocimiento y las ideas de la realidad: primacía del esquema lógico sujeto-predicado (Whitehead) – logificación de la inteligencia (Zubiri) y primacía del esquema sustancia-atributo (Whitehead) – entificación de la realidad (Zubiri). La primacía del ser no es una doctrina, como podría serlo el ‘sustancialismo’, sino algo que ha ocurrido y sigue ocurriendo en una multiplicidad heterogénea de formas de conocer o maneras de aproximarse a la realidad.
Es difícil asignarle una ubicación estable. Algunos de los lugares más socorridos son “los presupuestos metafísicos de la mentalidad occidental” -algo que Whitehead podría aceptar-, una capacidad humana -como el intelecto de Bergson- o las lenguas en que domina la cópula y por tanto la atribución. La ubicación puede facilitar el enfrentamiento porque fija el blanco y ayuda a definir la alternativa o el mecanismo de resistencia: apelar a otras capacidades, como la intuición, provocar un cambio de mentalidad o romper los límites de la lengua. Pero la verdad es mucho más compleja e intranquilizadora. La primacía del ser se puede rastrear e incluso localizar, pero siempre articulado y articulando instancias concretas, teorías, formas de pensar y conocer, ideas de realidad. No son ejemplos de una primacía subyacente ni versiones o perversiones de un original, que habría sido producido en algún lugar entre Parménides y Aristóteles. Cada instancia la recrea, la rehace, la reinventa, la redescubre…. No se cae en sus redes, como si fuese una atadura implícita, natural o heredada, porque no sólo limita, reprime y obstaculiza; también posibilita, incita y habilita. Y ni siquiera tiene por qué ser la condición central de todo pensamiento que la instancie, sino que puede ocupar diferentes lugares en su articulación.
Las fórmulas de Zubiri recalcan el hecho de que la primacía del ser es siempre algo que acontece: es una entificación y una logificación. La expresa por tanto, con una mayor precisión. Además, al no sustantivarla, evita la consiguiente tentación a fijarla, identificarla o asignarle un lugar estable. Whitehead, aunque no haya dado con una expresión tan adecuada, sí acepta las consecuencias de esta descripción. Al igual que Zubiri, no recurre al enfrentamiento sino a la construcción de un pensamiento que no logifique, que no entifique. Tarea difícil, porque la mayor parte de los recursos con que cuentan son herencias culturales, producto de repetidas entificaciones y logificaciones; pero ni imposible ni extraodinaria, porque no están sujetos a una limitación permanente que amordace la creación o a un obstáculo tozudo que reduzca su espacio de realización. Todo pensamiento está sujeto a condiciones y restricciones, pero no siempre van a ser las mismas.

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